Agujeros en las capas de cobre tras el electropulido

Agujeros en las capas de cobre tras el electropulido

Pregunta: En nuestra empresa, las piezas de acero primero se cobrean y luego se electropulen. Primero se aplica una capa más fina en un baño de cobre cianurado, seguida de una capa más gruesa de cobre ácido. Tras el electropulido, observamos agujeros que antes eran imperceptibles. Estos agujeros -o poros- tienen una profundidad de unas 5 µm. Estos agujeros se producen principalmente en forma de nidos, lo que no podemos explicar. Intentamos llevar a cabo todo el proceso con un alto grado de estandarización para minimizar los errores de manipulación, pero ahora estamos perdidos.

No conocemos este tipo de defectos en el electropulido, excepto las picaduras en el rango de alta densidad de corriente en determinadas situaciones. En la bibliografía [1] se mencionan las picaduras y las trayectorias de gas, que pueden producirse. Sin embargo, basándonos en el defecto descrito, no consideramos que éste sea el caso, pero no podemos descartarlo por completo. Creemos que probablemente haya un problema con el proceso de cobreado. El defecto puede proceder de ambos electrolitos, aunque consideramos más probable la causa del baño de cianuro. La idea es que aquí se crean poros que se cierran en el electrolito ácido y se abren durante el electropulido. Por supuesto, los poros también pueden formarse durante el cobreado ácido y electrodepositarse de nuevo. La falta de convección puede ser un problema en ambos electrolitos. En el electrolito cianurado, el contenido metálico, el cianuro y el hidróxido son los principales responsables. En el electrolito de cobre ácido, la causa suele ser la falta de aditivo básico. Por supuesto, también es posible que se produzca una interacción si se deposita algo en la superficie entre el revestimiento de cianuro y el de cobre ácido. Sin embargo, sospechamos que esto se habría detectado al examinar los poros, siempre que el revestimiento no se disuelva durante el cobreado ácido. La formación de nidos no es atípica, dependiendo de la geometría de la pieza. En primer lugar, habría que examinar los intervalos de densidad de corriente en los que se encuentran los poros. Si esto parece arbitrario, habría que considerar el flujo y la suspensión (bastidor). Si se trata de un llamado tambor de electropulido, habría que comprobar si el diámetro de dicho nido coincide aproximadamente con el diámetro de la perforación. También podría ser útil considerar la tasa de eliminación en relación con el espesor total de la capa y la profundidad de los poros. Esto permitiría determinar en qué fase del proceso se crea el poro, siempre que no proceda del electropulido. ¿Está en la zona del cobreado con cianuro? ¿Cobre ácido o justo encima? Si esto no ayuda, aún queda la opción de intentar el niquelado. En la práctica de la galvanoplastia, a menudo se ha demostrado que se pueden evitar diversas influencias negativas, por ejemplo del material base. Además, se evita o al menos se minimiza cualquier difusión de hidrógeno [2].

Bibliografía

[1] Electropulido, Eugen G. Leuze Verlag GmbH & Co KG 2ª edición, 2017, ISBN 978-3-87480-298-7
[2] Curso en línea "Electrodeposición de níquel"; https://www.galvanotechnik-for-you.de/uebersicht-kurse/die-galvanische-vernickelung/

 

  • Edición: Januar
  • Año: 2020
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