A veces el caos es deseable. Las cerámicas de alta entropía son una nueva clase de materiales en los que más de cinco elementos distintos forman una estructura cristalina bien definida. Esto abre el camino a nuevos diseños de materiales con propiedades asombrosas. Pueden utilizarse, por ejemplo, para convertirCO2 en fuentes sintéticas de energía sostenible y para generar energía a partir de grandes diferencias de temperatura. Los óxidos de alta entropía, o también llamados cristales desordenados, son un campo de investigación muy joven en el que aún queda mucho por descubrir. Se observa un enorme potencial para los sistemas catalíticos, especialmente en la conversión deCO2 e hidrógeno en metanol. Esto se debe a que el metanol es una importante materia prima química que puede utilizarse de muchas formas en nuestra sociedad, por ejemplo para combustibles. Los cristales desordenados son un material potencial para estos codiciados catalizadores. Por un lado, su desorden extremo puede aportar nuevas dimensiones de estabilidad a los procesos catalíticos, lo que se traduce en una mayor vida útil del catalizador. Por otro, su química puede personalizarse fácilmente para crear tanto defectos como sinergias entre distintos elementos. Concretamente, en los óxidos de alta entropía, las posiciones individuales dentro de las estructuras ordenadas con precisión de un cristal se sustituyen por elementos extraños. Se pueden esperar propiedades extraordinarias de una mezcla de al menos cinco elementos diferentes. A los científicos les gusta hablar del llamado efecto cóctel.
