Schlötter lleva muchos años desarrollando productos de níquel químico y se centra en la calidad y la eficacia de sus procesos. Los recubrimientos de níquel químico no sólo son resistentes al desgaste, sino también mucho más duros que los recubrimientos de níquel galvánico convencionales y excepcionalmente resistentes a los productos químicos. Eligiendo el sistema electrolítico adecuado y optimizando los parámetros de trabajo, el contenido de fósforo puede controlarse en función de las necesidades.
Ajustando el contenido de fósforo entre el dos y el doce por ciento, las propiedades del recubrimiento pueden adaptarse con precisión a los requisitos individuales. Un mayor contenido de fósforo ("High-Phos") con más del diez por ciento de fósforo, como en el caso de Slotonip NP 2090, no sólo mejora la protección anticorrosiva clásica, sino que también garantiza una alta resistencia a una amplia gama de productos químicos.
El baño de níquel químico Slotonip LP 1870, por otro lado, deposita capas con un bajo contenido en fósforo del 2-4% ("bajo en fósforo"), lo que permite aplicar recubrimientos de níquel resistentes al desgaste y duros. Debido a la diferente composición y al postprocesado específico de los recubrimientos de níquel-fósforo, existen muchas posibilidades de uso en las distintas áreas de aplicación.
El baño de níquel químico Slotonip NP 1150 ("Mid-Phos") es versátil y un auténtico todoterreno. También de la gama "Mid-Phos" es el baño de níquel químico Slotonip NP 1220, que funciona a bajas temperaturas de trabajo de 80 °C y se caracteriza por una estabilidad extraordinaria.
La elevada estabilidad y robustez del baño son características importantes de todos los procesos de la serie Slotonip.
Otro producto destacado en el campo de la deposición química de níquel es el nuevo decapante Slotonip NI 4020 para la desmetalización de baños y bastidores sin formación de gases nitrosos.
En cualquier caso, la protección del medio ambiente y la sostenibilidad desempeñan un papel especial en Schlötter a la hora de desarrollar nuevos procesos. Por ejemplo, para los estabilizantes se utilizan sistemáticamente alternativas sin plomo y sin cadmio.