Preguntada por... Manuela Schmied-Wolfsbauer

Usted fue finalista del 1er Concurso Internacional de Oradores de Dresde. Háblenos de ello...

El evento es similar a un certamen de poesía, en el que mucha gente se reúne y habla sobre un tema en un tiempo determinado. En este caso, nosotros mismos elegimos el tema. Te subes al escenario y presentas tu tema de forma breve y concisa, llena de pasión. Fue muy emocionante.

¿Y cuál era su tema?

Mi tema fue "Tropiezos de los jóvenes directivos cuando asumen la dirección de un equipo por primera vez". Hay muchos escollos en el camino de especialista a directivo. Es un tema que me toca muy de cerca y que también defiendo como entrenador y mentor. Hablé de cómo yo mismo me convertí en directivo a los 23 años y de cómo el sofá y una bolsa de patatas fritas se convirtieron en mis amigos favoritos porque llegaba a casa por la noche agotado y extenuado. Pero sólo tenía 120 segundos para hablar. Así que tuve que ser breve. Pero llegar al meollo de la cuestión es apasionante. Además, no estaba yo sola en el escenario. Había 240 oradores de 20 países. Hubo una retransmisión en directo desde Canadá y un jurado de ponentes y autores de alto nivel. Cuando te pones delante de un público y un jurado así, te entra miedo escénico, a pesar de toda la experiencia que tengo.

¿De qué trataron las intervenciones de los demás participantes?

Hubo muchas sobre liderazgo y gestión empresarial. Una contribución procedía del sector financiero y trataba de las inversiones de los jóvenes que quieren asegurarse una pensión en la vejez. O la presentación sobre cómo encontrar la tienda online adecuada para tu boda. Un fotógrafo habló de cómo presentarse mejor. Y también surgió el tema de la sexualidad femenina.

¿Cómo logró convencer a la gente en tan poco tiempo?

Me gusta contar historias, como ya saben por mis colaboraciones en Galvanotechnik. No quiero contar una historia técnica árida, quiero contar mi propia historia. Y creo que de ahí viene esta pasión, porque sé lo que siente un joven directivo que asume por primera vez la dirección de un equipo. Lo he entrelazado muy bien con mi propia historia. Como joven directivo, tienes muchas ideas propias y corres el riesgo de no llevar al equipo contigo. O aún no conoces tu propio marco de toma de decisiones y entonces no te atreves a tomar una decisión porque no te das cuenta de las consecuencias de largo alcance. Estas fueron cosas que cayeron muy bien.