Las consecuencias de la guerra en Ucrania están dejando huellas cada vez más profundas en la industria química. Las empresas tienen que hacer frente a la fuerte subida de los precios de la energía y las materias primas, así como a los continuos cuellos de botella en el suministro, por lo que se ven obligadas a reducir considerablemente su producción. "Literalmente, tenemos que abrigarnos bien para sobrevivir este invierno y el año que viene", explicó el Presidente de la Asociación Alemana de la Industria Química (VCI), Christian Kullmann, Director General de Evonik. "Los inmensos desafíos suponen una seria amenaza para la competitividad de nuestras empresas".
La VCI prevé que la producción del sector se contraiga un 5,5% este año. Sólo la producción de la industria química podría caer hasta un 8,5%, según anunció la asociación en Fráncfort. En el segundo trimestre, la producción de la industria química y farmacéutica cayó un 6,4% en comparación con el trimestre anterior. El volumen de negocios creció un 3,4%, hasta 64.900 millones de euros, debido al fuerte aumento de los precios.
