El objetivo es reducir el consumo de energía con medidas específicas. Una de estas medidas: Las empresas no sólo deben realizar auditorías energéticas, elaborar planes de implantación y establecer sistemas de gestión energética y medioambiental, sino también informar de su potencial de calor residual. Es obligatorio informar sobre el consumo anual de energía superior a 2,5 GWh a través de la plataforma de calor residual. El objetivo es aumentar la eficiencia energética mediante un mayor aprovechamiento del calor residual, entre otras cosas. El calor residual "es básicamente la parte del calor que se genera como subproducto no intencionado en un proceso o planta cuya finalidad es la fabricación de un producto, la prestación de un servicio o la conversión de energía". Se distingue entre fuentes de calor residual canalizadas y difusas: El calor residual se canaliza técnicamente y se transporta o conduce de una manera definida, por ejemplo, a través del agua de refrigeración, por una chimenea o un sistema de ventilación. O la energía se libera directamente, por ejemplo, como calor residual de un horno, que se libera al aire de la nave por radiación y luego escapa por ventanas, puertas o esclusas. En principio, el calor residual ya debería evitarse o reutilizarse dentro de la empresa. Encontrará más información en un próximo número de "Galvanotechnik".