A finales de enero, el Ministro de Economía Habeck presentó el informe económico anual. Según el informe, la economía podría crecer mínimamente este año, en contra de todas las sombrías previsiones del pasado otoño. El Gobierno federal espera incluso un crecimiento del 1,8% para 2024. Para lograrlo, apuesta por una política económica y financiera centrada sobre todo en la productividad y la competitividad.
Albrecht von der Hagen, Director General de Familienunternehmer e. V., asociación que representa los intereses de política económica de 180.000 empresas familiares en Alemania, cree que esto no es suficiente: "Las empresas en Alemania pierden día a día su competitividad internacional debido a los altos precios de la energía, los impuestos y aranceles excesivos y la creciente escasez de mano de obra cualificada. Muchas empresas prefieren invertir en el extranjero que seguir invirtiendo en Alemania, donde la excesiva burocracia no sólo ralentiza los procedimientos de planificación y aprobación, sino también multitud de actos administrativos a paso de tortuga". La asociación reclama una política que estimule la disposición de las empresas a invertir con impuestos más bajos, menos burocracia y procedimientos de aprobación más rápidos, y que acelere la contratación y formación de trabajadores cualificados. "De lo contrario, de poco servirán las instalaciones industriales más modernas si apenas quedan buenos empleados para hacerlas funcionar. En resumen, las empresas necesitan cuanto antes una buena política de abastecimiento", exige von der Hagen.
