Las baterías de iones de sodio se consideran una alternativa más sostenible que los sistemas de almacenamiento basados en el litio. El sodio no sólo es barato y abundante, sino también fácil de reciclar. El reto, sin embargo, es transferir la nueva tecnología a celdas industrialmente utilizables y escalables. Aquí es donde entra en juego el proyecto ENTISE (Development of Sodium Ion Technology for Industrially Scalable Energy Storage), en el que empresas y universidades colaboran con el objetivo de producir baterías de iones de sodio en Europa. El KIT participa con varios institutos, y el fabricante alemán de baterías Varta actúa como iniciador y coordinador.
"Los sistemas de almacenamiento de iones de sodio aún no han llegado a gran escala a la industria europea de baterías", afirma el profesor Maximilian Fichtner, del Instituto de Nanotecnología del KIT y director del Instituto Helmholtz de Ulm, un centro de investigación gestionado conjuntamente por el KIT, la Universidad de Ulm y otros socios, donde también se está investigando para ENTISE. "Una de las razones es que los conceptos materiales aún no están totalmente desarrollados. Por eso nos hemos fijado el objetivo de seguir optimizando la capacidad de almacenamiento y la estabilidad del ciclo. Por otro lado, queremos producir material suficiente para fabricar muestras prácticas de laboratorio hasta prototipos en diseño de célula redonda y prepararnos así para la producción industrial." A continuación, los investigadores quieren utilizar una pequeña serie de celdas redondas para demostrar la idoneidad práctica de la batería del futuro en vehículos eléctricos y unidades de almacenamiento estacionarias en condiciones realistas.