El suministro de energía en Alemania y Europa está cambiando más que nunca. Con el creciente éxito de las energías renovables, otra rama de la tecnología también está cobrando protagonismo: las tecnologías de almacenamiento de energía y, en particular, los sistemas de almacenamiento en baterías son cada vez más importantes como parte de la transición energética. Este desarrollo también es importante para Alemania como emplazamiento empresarial, ya que en el futuro se crearán aquí miles de puestos de trabajo en la producción de baterías.
Europa no ha desempeñado un papel importante como lugar de producción de pilas durante mucho tiempo, pero el progreso técnico, las condiciones políticas favorables y un mercado de ventas muy prometedor están haciendo que el continente sea cada vez más atractivo para la producción de pilas. La gran importancia de la producción de pilas se debe a su función clave para las fases anteriores de la cadena de valor, en todo el ámbito del suministro de energías renovables y en la fabricación de coches eléctricos en particular: las pilas representan alrededor del 40% del valor añadido en la fabricación de un vehículo eléctrico. En ninguna otra región del mundo la capacidad de producción de baterías de iones de litio crece tan rápido como en Europa. Según las previsiones actuales, la cuota de producción mundial pasará del 6% actual a entre el 16% y el 25% en 2030.
Actualmente se están construyendo en Europa numerosas fábricas para la producción de células de baterías: Según los resultados de Benchmark Mineral Intelligence, se espera que en 2029 se alcancen en Europa capacidades de producción de más de 300 gigavatios hora (GWh) de capacidad de baterías. El metaestudio realizado por Fraunhofer ISI por encargo de la VDMA concluye que, por cada GWh de capacidad de baterías, se crearán 40 puestos de trabajo en la producción de células de baterías y 200 puestos de trabajo "aguas arriba", por ejemplo en investigación y desarrollo, así como en ingeniería mecánica y de instalaciones. Extrapolado a la capacidad de producción prevista de al menos 300 GWh en Europa para 2029, esto equivale a 12.000 puestos de trabajo directos y 60.000 puestos de trabajo previos. Fraunhofer ISI prevé incluso 155.000 puestos de trabajo en relación con la producción de baterías para 2033 debido a otros efectos previstos sobre el empleo.