El conflicto salarial de la industria metalúrgica y eléctrica de Baden-Wurtemberg ha quedado zanjado. La patronal Südwestmetall y el sindicato IG Metall firmaron a finales de noviembre un convenio de 24 meses. Además de una prima de compensación por inflación de 3.000 euros, dividida en dos tramos de 1.500 euros cada uno con pago el 1 de marzo de 2023 y el 1 de marzo de 2024 respectivamente, también prevé dos aumentos de los salarios colectivos del 5,2% y el 3,3% a partir del 1 de mayo de 2024. Las partes del convenio colectivo han acordado un proceso que garantiza que puedan reaccionar con rapidez y flexibilidad ante una posible emergencia energética durante la vigencia del convenio.
"En vista de la extremadamente difícil situación económica, este compromiso está absolutamente en el límite de lo que consideramos aceptable para la mayoría de nuestros miembros", afirma el Dr. Harald Marquardt, negociador principal por parte de la patronal: "Sólo es aceptable para nosotros porque también incluye opciones de alivio para las empresas en situación difícil y disposiciones en caso de emergencia energética." Según Marquardt, la patronal también había aceptado el resultado para evitar acciones sindicales: "IG Metall había mantenido esta perspectiva en caso de fracaso, y habría provocado grandes daños e incertidumbre".
Al igual que en el último convenio colectivo, existe una diferenciación automática en la paga adicional. La paga adicional pasará del nivel actual de unos 400 a 600 euros. Si el rendimiento neto de las ventas es inferior al 2,3%, podrá aplazarse, reducirse o anularse tanto en 2023 como en 2024. "Sobre todo, los empresarios pueden controlar el año natural en el que quieren pagar la paga adicional de compensación por inflación", dice Marquardt: "Esto nos da una gran ventaja en términos de variabilidad de costes y tiene en cuenta las diferentes circunstancias económicas."
