Pregunta: Trabajamos con un baño de oro de lustre duro débilmente ácido. Además de los requisitos técnicos, como el grosor y la dureza de la capa, nuestro cliente también presta mucha atención al aspecto visual, incluso cuando se trata de capas técnicas. Últimamente, el color se ha desviado cada vez más de lo exigido, y ahora el cliente devuelve la mercancía técnicamente impecable y pide que se repase. Las pruebas de baño realizadas en nuestro pequeño laboratorio no muestran ninguna anomalía. Los parámetros del baño, el valor del pH, la temperatura, la densidad, etc. están bien, sólo que las hojas de muestras también muestran un cambio de color. ¿A qué puede deberse?
Capa de oro en la prueba. Las pruebas para determinar la decoloración fueron discretas en el taller de galvanotecnia en cuestión (Foto: HS Ostwestfalen-Lippe)Respuesta: Dado que la desviación del color también se produce en el laboratorio, suponemos que el equipamiento de su baño, especialmente los ánodos, está en orden. Sin embargo, por si acaso, debería comprobar el estado de los ánodos de titanio y comprobar si la densidad de corriente anódica está entre 0,3 y 1 A/dm2. Es bastante raro, pero a veces se producen los mismos errores en el laboratorio que en la producción.
La causa más común es la contaminación orgánica. Ésta puede eliminarse con un tratamiento de carbón activado. Puede comprobar si éste es el caso en el laboratorio. Añada 2 gramos de carbón activado a un vaso graduado que contenga 500 ml de electrolito de oro. Remuévelo durante 15 minutos. Tras la filtración posterior, puede realizar otra cubeta de prueba. Es muy probable que sea necesario reajustar los orgánicos, especialmente el abrillantador, después del tratamiento.
El tratamiento con carbón activado también puede prevenir o eliminar otros fallos. Entre ellos se encuentran los revestimientos quebradizos, la menor densidad de corriente catódica o las manchas marrones que pueden aparecer tras un largo periodo de almacenamiento. La contaminación por metales extraños es otro problema más grave. La contaminación por hierro puede incluso provocar la aparición de grietas y fragilidad en los revestimientos de oro. El límite máximo de hierro suele ser de 60-80 mg/L. Si la concentración de hierro supera los 80 mg/L, el baño debe desecharse, por lo que hay que asegurarse de que el electrolito nunca esté contaminado con hierro. Por esta razón, no deben utilizarse ánodos de acero inoxidable. Si tras el tratamiento con carbón activo no se produce ninguna mejora, deberá enviar una muestra del baño a su proveedor como muy tarde para que pueda comprobar si el electrolito contiene más impurezas.