Junto con el Gas- und Wärme-Institut Essen e.V. (GWI) y SAACKE GmbH, Iqony está probando el amoníaco verde como alternativa respetuosa con el clima a los combustibles fósiles.
En la primera fase del proyecto conjunto, el objetivo es probar las posibilidades teóricas de aplicación del amoníaco verde, es decir, neutro para el clima, para la combustión en sistemas de calderas. La cuestión principal aquí es si es posible diseñar los procesos de combustión de tal manera que, al final de la combustión, los óxidos de nitrógeno puedan situarse en un nivel comparable al del gas natural como combustible.
"En el curso de la transición energética, necesitamos alternativas energéticas, especialmente al gas natural...".
Tras la primera fase del proyecto, la atención se centrará en la aplicación práctica de los resultados a mayor escala en una planta de calderas. "Aquí es donde entra en juego Iqony", explica el Dr. Peter Deeskow, responsable del proyecto por parte de la empresa energética de Essen: "En el curso de la transición energética, necesitamos alternativas energéticas, especialmente al gas natural. Como no se puede dar por sentado que las plantas de generación más pequeñas y descentralizadas puedan abastecerse de hidrógeno a partir de la red a corto y medio plazo, tiene sentido pensar en alternativas energéticas en una fase temprana para poder seguir cumpliendo los objetivos climáticos vigentes." El objetivo a largo plazo del proyecto es que Saacke GmbH desarrolle en última instancia un sistema de quemadores listo para la producción en serie basado en los resultados de las pruebas conceptuales y prácticas, de modo que el amoníaco verde pueda utilizarse como combustible alternativo a escala industrial en el futuro.
