Las carcasas de las bombas de vacío garantizan la higiene

Para los consumidores y las autoridades, es esencial el máximo nivel de seguridad y calidad en la producción de alimentos. Para garantizar los más altos niveles de higiene, los fabricantes y procesadores de alimentos están obligados a limpiar regularmente sus máquinas mediante lavado. Para garantizar una protección eficaz de las bombas de vacío frente a los medios de limpieza agresivos utilizados, Leybold ha desarrollado una nueva gama de carcasas higiénicas. El especialista en vacío ofrece a los usuarios carcasas de acero inoxidable en siete tamaños diferentes y personalizados para bombas de vacío.

En la industria alimentaria, las bombas de vacío suelen colocarse directamente junto a las líneas de procesamiento y envasado, por lo que no se implementan en los sistemas. Por un lado, esto conduce a un mayor rendimiento del vacío, ya que se evitan las pérdidas de velocidad de bombeo en tuberías más largas. Una consecuencia positiva directa es la reducción de los ciclos de proceso y la mejora de la calidad del producto. Por otro lado, las bombas sin protección están expuestas directamente a medios de limpieza agresivos durante los procesos de lavado. Con el tiempo, esto provoca la corrosión de las bombas de vacío, ciclos de vida más cortos, costes más elevados y, en última instancia, incluso la contaminación de los alimentos.

Para contrarrestar estos riesgos, Leybold ha desarrollado un nuevo concepto de protección con carcasas higiénicas de acero inoxidable que permiten colocar las bombas de vacío cerca de máquinas e instalaciones sin ningún problema. "Basándonos en las bombas de vacío Leybold protegidas, podemos crear soluciones mejores y más robustas para aplicaciones alimentarias exigentes", subraya el director de producto responsable, Niels Gorrebeeck. "Por supuesto, esto se aplica sobre todo a aplicaciones como procesos de llenado o volteo y, por supuesto, máquinas de envasado, donde las máquinas y los sistemas deben limpiarse y desinfectarse con especial frecuencia e intensidad", explica el responsable de producto.

Según Gorrebeeck, estas carcasas de acero inoxidable se adaptan a diversas bombas de vacío. Esto significa que las bombas encapsuladas pueden funcionar constantemente a todas las presiones de trabajo. La única restricción es la temperatura ambiente máxima de la carcasa. No obstante, la temperatura de trabajo normal en aplicaciones alimentarias y de envasado es de unos 10 °C; la mayoría de las carcasas han sido homologadas hasta 25 °C. Además, todas las carcasas están disponibles como kits de bricolaje y el usuario puede instalarlas y ponerlas en servicio con poco esfuerzo.

 

  • Edición: Januar
  • Año: 2020
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