En los meses más cálidos del año, los informes policiales mencionan a menudo accidentes o daños medioambientales causados por la rotura de mangueras. No es raro, por ejemplo, que la rotura de una manguera hidráulica afecte a maquinaria agrícola o de construcción y obligue a llamar a los servicios de emergencia. No menos molestas son las roturas de mangueras de agua. Las coloquialmente conocidas como "mangueras solares" se utilizan para la energía solar térmica y suelen estar instaladas en los tejados. Si revientan, las fugas de agua pueden causar daños considerables en el edificio. Del mismo modo, una manguera de riego averiada sin saberlo puede provocar daños considerables en los cultivos. Suele haber una causa común: una manguera anticuada o inadecuada.
Factores dañinos como el ozono, la radiación UV (luz solar) y las altas temperaturas pueden hacer que la manguera envejezca prematuramente y se agriete. Si se juntan varios factores, por ejemplo en pleno verano bajo una fuerte luz solar, la manguera puede fallar.
Hay que tener especial cuidado cuando se utilizan productos baratos o inadecuados para el control de la temperatura. Por ejemplo, las mangueras negras de PVC se ablandan tanto con las altas temperaturas que pueden desprenderse de los accesorios instalados. Las mangueras de goma o las tuberías de plástico también se ven afectadas. Hay que tener en cuenta que, en nuestras latitudes, el agua de una manguera de jardín puede alcanzar rápidamente los 60 °C en verano. Si una manguera no está tendida en el césped, sino en un tejado asfaltado o en un depósito sobre asfalto oscuro, es posible que se alcancen temperaturas mucho más elevadas.
Para ir sobre seguro, los compradores no deberían comprar calidades mínimas, sino calidades de manguera más resistentes y duraderas a largo plazo.
