Un experimento casi olvidado de 1938 vuelve a estar en el centro de la investigación moderna sobre la fusión. Físicos estadounidenses han reproducido un experimento histórico de fusión realizado por Arthur Ruhlig, estudiante de doctorado en aquella época, y han obtenido así nuevos conocimientos sobre la fusión de deuterio-tritio (fusión DT). El experimento moderno utilizaba un acelerador en tándem que producía un haz de deuterones de baja energía. Éste incidía en un blanco de ácido fosfórico deuterado, similar al de Ruhlig. Una fina lámina metálica separaba la cámara de vacío de la zona del blanco. Los detectores de neutrones registraron las reacciones. El descubrimiento decisivo fue que el proceso de deuterio-deuterio produce tritio en un paso intermedio, que luego puede fusionarse con más deuterio, es decir, exactamente la reacción que Ruhlig había sospechado. A diferencia de los experimentos actuales de alta energía, como el de la National Ignition Facility, la fusión DT pudo demostrarse por primera vez como un proceso secundario a baja energía. El moderno experimento confirmó la existencia de esta reacción secundaria, un punto clave para el futuro desarrollo de las tecnologías de fusión.
Fuente: www.ingenieur.de
INFO
La fusión de deuterio (D) y tritio (T) produce un núcleo de helio y un neutrón de alta energía. La ecuación de la reacción es
D + T → He4 (3,5 MeV) + n (14,1 MeV)
En total se liberan 17,6 megaelectronvoltios (MeV) por reacción, lo que corresponde a una enorme cantidad de energía a escala atómica. El neutrón transporta la mayor parte de esta energía y puede utilizarse para calentar materiales o generar energía.
 
                                                                     
                                                                     
                                                                    