Los implantes médicos se fabrican con materiales biocompatibles para que se adapten bien a los organismos vivos. El titanio y sus aleaciones son materiales de uso muy frecuente y también pueden procesarse en impresión 3D mediante técnicas modernas.
Con los módulos láser DLIP (DLIP = direct laser interference patterning) desarrollados en el Fraunhofer IWS, también se han podido procesar por primera vez implantes fabricados aditivamente para mejorar la adhesión de las células óseas. Un único haz láser se divide en dos haces parciales que se superponen sobre la superficie del sustrato, donde forman un patrón de interferencia lineal con un periodo espacial específico.
Tornillo dental texturizado por láser y fabricado aditivamente con titanio casi beta para aumentar la osteointegración.
El patrón de interferencia se transfiere directamente a la superficie del implante y ésta se dota de microestructuras osteoconductoras. El procesamiento por láser de la superficie del implante no requiere ningún material adicional, como abrasivos o ácidos, para crear la forma de la superficie. Por tanto, es especialmente sostenible y rentable. En un estudio celular, se demostró un aumento del número de osteoblastos de hasta el 250 % en las superficies tratadas con DLIP en comparación con la superficie grabada. El procesamiento por láser también contribuye al engrosamiento de la capa de óxido y a un cambio en el comportamiento de humectación.