Mantener el valor de los vehículos históricos y los coches clásicos requiere una humedad controlada en la zona de almacenamiento. Ya sean VW Escarabajo o BMW Serie 02, Tin Lizzie o Pontiac Firebird: los coches clásicos son un impresionante testimonio del desarrollo histórico de la movilidad. El almacenamiento correcto del coche clásico desempeña un papel decisivo, ya que la corrosión es uno de los mayores riesgos para preservar su valor.
La condensación forma un caldo de cultivo para el óxido
He aquí una pequeña teoría: cuando el aire caliente y húmedo de una habitación se encuentra con una superficie más fría, se forma condensación. Debido al rápido enfriamiento del aire en las inmediaciones de la superficie, éste alcanza muy rápidamente su punto de rocío, es decir, el estado en el que el aire ya está saturado al 100% de vapor de agua y, por tanto, no puede absorber más moléculas de agua. Como resultado, el exceso de vapor de agua se condensa en finas gotas de agua, que se depositan visiblemente sobre la superficie más fría.
Si el aire caliente y húmedo de una habitación se encuentra con una superficie más fría, se forma condensación.
La humedad relativa describe el grado de saturación del aire y su proximidad a la línea de saturación. El aire puede absorber diferentes cantidades de humedad a diferentes temperaturas. En principio, cuanto mayor es la temperatura, más agua puede absorber. Además, a cada temperatura hay un punto determinado en el que el aire es incapaz de absorber más humedad. Este punto se conoce como punto de saturación o punto de rocío. A partir de aquí, comienza a formarse condensación.
El aire ambiente está sujeto a fluctuaciones a lo largo del día, especialmente en primavera y otoño: durante el día es relativamente suave, por la noche desciende bruscamente. Hay una diferencia de temperatura entre el aire y el metal del vehículo. Se alcanza el punto de rocío y el condensado se deposita en los componentes.
Corrosión atmosférica
El vapor de agua que se condensa en el aire sobre los componentes provoca una reacción química conocida como corrosión atmosférica: se forma óxido. El oxígeno se encuentra con el hierro y le quita dos electrones. Se forma una fina capa de óxido de hierro II. Este proceso aún no es perjudicial; al contrario, la capa de óxido de hierro protege al hierro de una mayor destrucción. Sin embargo, cuando entra en juego la humedad del condensado, el oxígeno no se combina con el hierro, sino que reacciona con las moléculas de agua. El hierro compensa la pérdida de electrones en el agua liberando átomos. El hierro se disuelve lentamente y el componente se destruye a largo plazo.
Los coches clásicos son especialmente sensibles
Los vehículos antiguos suelen ser mucho más sensibles a la corrosión que los coches de producción moderna debido a los materiales y mecanismos utilizados. A menudo presentan grietas en la pintura o metal expuesto en el chasis, lo que los hace susceptibles a la humedad. La corrosión en el interior del motor es especialmente peligrosa porque no es inmediatamente reconocible. En este caso, las piezas no están protegidas por pintura o un revestimiento especial de la superficie. La humedad penetra en el interior del motor a través de las válvulas abiertas y puede formarse condensación en los cilindros y las superficies. Pero el cuero, el combustible y los aceites también se dañan si hay demasiada humedad. La tapicería y los materiales textiles pueden infestarse rápidamente de moho si el aire es muy húmedo.
Sin embargo, un aparcamiento absolutamente seco con una humedad mínima tampoco es la solución adecuada para preservar el valor del coche clásico, ya que si el aire ambiente es demasiado seco, la humedad se extrae de los salpicaderos chapados, los componentes de vinilo como los techos descapotables o los revestimientos interiores y el plástico blando. El material se vuelve quebradizo y poroso y aparecen grietas.
Controlar y regular activamente el clima interior
Los secadores de adsorción retienen el vapor de agua contenido en el aire en superficies higroscópicas - y lo absorbenParaevitar estos riesgos, es necesario controlar activamente la humedad del aire. Los expertos de Hagerty, una compañía de seguros especializada en coches clásicos, recomiendan una humedad relativa de alrededor del 55%. Este valor puede mantenerse a un nivel constante utilizando deshumidificadores. Su control electrónico garantiza que siempre se mantenga la humedad deseada. Se puede hacer una distinción básica entre dos principios de funcionamiento: Los deshumidificadores de condensación y los secadores de adsorción.
El control activo de la humedad es necesario para evitar riesgos
Los deshumidificadores de condensación se basan en un proceso de refrigeración; contienen una máquina frigorífica con compresor, evaporador y condensador. Éste se utiliza para enfriar una superficie del aparato, en la que se condensa el vapor de agua del aire y, de este modo, se deshumidifica el aire. Estos aparatos se utilizan cuando la humedad relativa debe situarse entre el 40 y el 60 % (a una temperatura ambiente de unos +5 a +35 °C).
Sin embargo, si la temperatura ambiente es más bien baja -como en una sala sin calefacción en invierno-, se recomienda el uso de secadores de adsorción. Estos aparatos retienen el vapor de agua contenido en el aire en superficies higroscópicas, es decir, lo absorben. El principal adsorbente utilizado es el gel de sílice, que se regenera en un tambor de secado. Para maximizar la eficiencia energética, los secadores de adsorción deben estar equipados con ventiladores de alta eficiencia: los motores EC (motores de corriente continua sin escobillas) ahorran hasta un 50 % de energía en comparación con los motores de corriente alterna convencionales.
Para mantener el valor de un coche clásico durante mucho tiempo, no sólo es importante pensar en los tornillos, las piezas de repuesto, los aceites y el mantenimiento. También hay que pensar en la calefacción, la ventilación y la elección de una solución adecuada para controlar la humedad. Así, nada se interpondrá en el camino de disfrutar de su propio pedazo de historia automovilística durante muchos años.
Fotos: Condair