"Trabaja hasta romperte el culo" es la regla nº 3 de Arnold Schwarzenegger para vivir mejor. Extraída de su libro "Sé útil. Siete herramientas para la vida"
¿Qué significa "dejarse la piel"?
Arnold Schwarzenegger
Se rompió el culo entrenando hasta caer rendido en el gimnasio, en clases de idiomas (para librarse de su dialecto de Estiria), de baile, de liderazgo y de oratoria. Trabajaba intensiva y deliberadamente para sí mismo. Tanto que, siendo un joven austriaco, consiguió convertirse en un culturista de fama mundial, en uno de los héroes de acción mejor pagados de Hollywood y en Gobernador de California.
Fútbol
¿En qué estaría pensando Franz Beckenbauer hace años? Quizá el "Kaiser", la "luz brillante del fútbol alemán" según Wikipedia, se juró a sí mismo: "Me dejaré la piel para ser campeón del mundo" y "me dejaré la piel para ser campeón del mundo como entrenador del FC Bayern de Múnich".
Se esforzó mucho. Jugaba al fútbol todo el día. Era sin duda uno de los primeros en llegar al campo y uno de los últimos en marcharse. ¿Su palmarés? En 1972, la selección alemana ganó la Eurocopa con él como capitán, y en 1974 la Copa del Mundo. En 1990, ganó la Copa Mundial como entrenador y seleccionador del equipo alemán de la DFB.
¿Qué nos dice esto?
Tenía la voluntad incondicional de rendir. También lo era su concienzuda planificación. Y era muy disciplinado a la hora de realizar lo que se había propuesto. Estaba convencido de que su compromiso incansable, su trabajo duro y su perseverancia le llevarían finalmente a los objetivos que se había fijado.
De él son las dos afirmaciones siguientes
"No se puede construir el éxito por casualidad. Tiene que haber un concepto, una estrategia detrás".
"Mi éxito consiste en trabajar duro y planificar con ahínco, ¿qué te parece?".
Arnold Schwarzenegger y Franz Beckenbauer han trabajado constantemente para conseguir sus objetivos. Entrenaron sus músculos hasta la extenuación. Practicaron, actuaron, aprendieron, se inspiraron y lo pusieron en práctica. Y no sólo un poco aquí y un poco allá. Estaban claramente centrados, estructurados y disciplinados.
Un pionero de la ingeniería eléctrica
Thomas Edison dijo una vez: "El éxito llega a aquellos que hacen algo mientras esperan el éxito". Y él hizo algo, larga y persistentemente. Probó y descartó innumerables posibilidades y siguió investigando. Durante años. Tenía un objetivo en mente, de lo contrario seguramente habría tirado la toalla hace tiempo y se habría rendido. Pero al contrario, perseveró.
Marcó hitos en la generación y distribución de electricidad. Se le atribuye la invención de la bombilla. Electrificó Nueva York e introdujo la luz eléctrica. Realizó inventos pioneros en el campo de las telecomunicaciones. Y fundó varias empresas.
Las tres personalidades persiguieron sus objetivos. Llevaron a cabo tareas que correspondían a sus talentos y capacidades. Fueron "codiciosos" para alcanzar las metas que se propusieron: se convirtieron en personas de gran éxito y célebres en sus campos.
Y estoy seguro de que estaban en el flujo de la realización y sentían felicidad en el proceso.
¿Qué significa fluir?
Mihály Csíkszentmihályi, catedrático de Psicología de la Universidad de Chicago, ha investigado cuándo y por qué la gente siente felicidad. Llegó a una conclusión sorprendente: ¡la felicidad es el efecto secundario involuntario de perseguir una gran tarea!
El profesor Csíkszentmihályi descubrió lo siguiente: Sentimos felicidad cuando hacemos algo que nos divierte. No importa lo que sea. Luego está la concentración necesaria y el objetivo correspondiente. Si estos tres puntos están presentes, entonces estamos en flow, esa sensación de felicidad que nos hace olvidar el tiempo y el espacio mientras hacemos algo.
En resumen: felicidad = tarea + concentración + objetivo
Dedicamos mucho tiempo a nuestra tarea, a nuestra profesión. Ya sea como culturista, entrenador de fútbol, ingeniero eléctrico, empresario, técnico de superficie o jefe de equipo.
Si no nos divertimos en nuestro trabajo diario resolviendo todas nuestras tareas, si no reconocemos un objetivo que nos hemos fijado y nos limitamos a pasar las horas desganados y sin concentración para tener suficiente dinero en nuestra cuenta a final de mes: para el alquiler, el préstamo, las vacaciones, para financiar los gastos de educación de los hijos, etc. ... sí, entonces no nos dejaremos la piel. Entonces no conseguiremos nada sobresaliente o digno de mención.
El conocido dicho "Incluso en el abecedario, el esfuerzo precede al éxito" indica que tenemos que trabajar duro antes de poder recoger los frutos y celebrar nuestro éxito.
Cada persona define el éxito de forma diferente
Para algunos, es cuando aparece en su cuenta una suma de 7 u 8 cifras tras años de trabajo duro y agotador. Para otros, cuando los clientes están muy satisfechos con el producto entregado y te elogian y recomiendan a otros. Otros adoran su coche clásico, lo cuidan, lo miman y lo pulen hasta que cada punto de cromo brilla y reluce.
Yo me rompo el culo en el gimnasio dos o tres veces por semana, pedaleo con determinación y resoplo como una máquina de vapor cuando engordo unos kilos más. Por la noche me acuesto agotada. Porque tengo un objetivo: cruzar los Alpes el año que viene. No en avión, sino a pie.
Y quiero conseguirlo, llegar a mi destino con buena salud y estar rebosante de alegría y confeti. Porque he perseverado, porque lo he conseguido.
¿Y tú? ¿Para qué te rompes el culo trabajando?
