Evelyn Hering sigue muy interesada en lo que ocurre en Metoba: disfrutó del almuerzo con los empleados con motivo de su 80 cumpleaños. Como regalo especial para la jefa mayor, los empleados se hicieron retratar a Evelyn y a su marido, Klaus Hering, como imagen láser en un cubo de cristal.
Juntos, ambos han dado forma al desarrollo de la empresa durante más de 40 años. Evelyn Hering se enorgullece de que sus hijos sean la tercera generación que continúa lo que empezaron sus padres y abuelos, y de que sigan ampliando Metoba como mediana empresa familiar. La sede de Königsberger Straße ha seguido creciendo en los últimos años. Metoba emplea ahora a 120 personas y sigue buscando refuerzos para el siguiente paso innovador. Tras la finalización del nuevo almacén con taller eléctrico y zona de conferencias en 2017, está previsto convertir el almacén existente en una nave de producción. Allí se construirán otras dos instalaciones de diseño propio para el acabado de cintas sin fin, otra inversión audaz y millonaria. Thorsten y el Dr. Sven Hering subrayan que nada de esto sería posible sin los cimientos sentados por sus padres.
Poco después de la fundación de la empresa en 1955, por aquel entonces todavía en la Kölner Straße, Klaus Hering se incorporó a la empresa de su padre Heinrich. Metoba Metalloberflächenbearbeitung GmbH superó rápidamente su infancia, en la que la cubertería de plata de la familia aún tenía que servir de ánodo para la galvanoplastia, como reza la crónica de la empresa. Ya en 1958, la empresa se trasladó a la calle Königsberger Straße. Mientras Klaus Hering se encargaba de la producción, su esposa Evelyn Hering, funcionaria de Hacienda cualificada, asumió la responsabilidad de las finanzas, el personal y las compras. Juntos ampliaron paso a paso las instalaciones y convirtieron a Metoba en una empresa pionera en el sector del acabado galvánico de superficies metálicas, con un programa de acabado inusualmente variado. Los más modernos estándares de producción y protección del medio ambiente le valieron numerosos premios en diversos campos. La familia Hering también fue pionera en la promoción de la mujer en profesiones técnicas: en 1989, Metoba recibió el premio "Empresa del año favorable a la mujer", concedido por primera vez por el estado de Renania del Norte-Westfalia.
Evelyn Hering tenía poco tiempo para aficiones aparte de su empresa y su familia. Durante muchos años fue voluntaria en la junta de la asociación de calidad de galvanoplastia y jueza honoraria en el tribunal social del estado federado.
En 2002, Evelyn y Klaus Hering se jubilaron juntos y traspasaron la dirección de la empresa a la siguiente generación, pero siguen unidos a Metoba hasta el día de hoy.
