Como proveedor de microprocesadores avanzados, Intel quiere cooperar con el diseñador de chips ARM en varias generaciones tecnológicas a largo plazo. La asociación pretende cubrir los núcleos ARM que se demandan en toda la industria. Éstos se fabricarán de acuerdo con las especificaciones de la actual generación de chips, el nodo 18A de Intel.
De este modo, los usuarios de los diseños ARM, es decir, los fabricantes sin fábrica y sin instalaciones de producción propias, tendrían acceso directo a los últimos nodos tecnológicos de Intel y podrían participar en el servicio EMS de Intel en calidad de fabricante por contrato como parte de la estrategia IDM 2.0 sobre los "Intel Foundry Services". Los SoC (sistema en chip) complejos de ARM en el proceso 18A serán los primeros, a los que seguirán otros diseños de ARM para áreas de aplicación como la automoción, el Internet de las Cosas (IoT) industrial e incluso dispositivos móviles. Según Pat Gelsinger, Consejero Delegado de Intel, la demanda de potencia de cálculo es cada vez mayor, aunque hasta ahora los clientes sin fábrica sólo han tenido opciones limitadas para fabricar sus chips. En el pasado, la propia Intel ha considerado la posibilidad de recurrir a fabricantes externos para determinadas series de chips con el fin de aliviar la carga de su propia producción y compensar los retrasos en las entregas.
El acuerdo de cooperación Intel-ARM se denomina DTCO ("design technology co-optimisation"). Su objetivo es mejorar aún más el rendimiento de los diseños de chips ARM seleccionados en términos de reducción del área del chip y del consumo de energía, así como de los costes de producción. Esto hace aún más atractiva la generación del proceso 18A de Intel con el concepto PowerVia de alimentación de los componentes del chip y su estructura como un FET de cinta con estructura gate-all-around (GAA). El lanzamiento de los primeros chips 18A de Intel está previsto para el cuarto trimestre de 2024. Aún no se sabe cuándo saldrán a la venta los primeros productos de la cooperación con ARM.
Intel sufrió importantes pérdidas en los beneficios del primer trimestre de 2023. Los ingresos cayeron un 36% hasta los 11.700 millones de dólares en comparación con 2022, con una pérdida trimestral de 2.800 millones de dólares. Una de las razones es el descenso de la demanda de PC y de las grandes granjas de servidores. Por otro lado, se prevén grandes expansiones en fábricas nuevas y ampliadas, también en Alemania.
En relación con esto, aunque en una dirección diferente, ARM anunció su intención de desarrollar sus propios chips y fabricarlos con socios a finales de abril de 2023. Esto supondría un cambio drástico respecto al modelo de negocio anterior. Según un informe del Financial Times, ya existe un chip de prueba o prototipo. Hasta ahora, ARM ha cooperado con Samsung y TSMC en este sentido, pero sólo para apoyar su desarrollo de software. No hay planes para comercializar estos chips, ya que esto convertiría a ARM de proveedor en competidor de sus clientes.