Se trata de una especulación deliberada que fue lanzada por el servicio en línea Bloomberg News el 11 de octubre de 2022 e inmediatamente recogida como noticia sensacional por todos los medios de comunicación de alta tecnología del mundo: Intel estaría planeando recortes de personal a gran escala.
Según Bloomberg, Intel quiere mejorar su rentabilidad con esta medida. Se habla de varios miles de despidos, hasta un 20% de la plantilla actual de más de 113.000 empleados, preferentemente en ventas y marketing.
Hasta el momento, Intel no ha confirmado ni desmentido este anuncio, y no hay ninguna mención al respecto en las distintas páginas web de Intel en EE.UU. y Alemania. No se espera hasta el 27 de octubre, cuando Intel presente sus resultados del tercer trimestre. Sin embargo, todo apunta a malas noticias, como ya se informó en julio para el segundo trimestre del ejercicio 2022: la perspectiva de que los ingresos anuales sean 11.000 millones de dólares inferiores a lo previsto anteriormente. "Estamos reduciendo nuestros gastos básicos en el año natural 2022, y tomaremos más medidas en la segunda mitad del año", dijo entonces el consejero delegado de Intel, Pat Gelsinger.
Para el tercer trimestre fiscal de Intel, los analistas del sector esperan un nuevo descenso de las ventas del 15%. Los márgenes de beneficio también han caído bruscamente, según los analistas. Por tanto, es probable que el resultado global para 2022 se sitúe en torno a los 68.000 millones de dólares (antes 76.000 millones). El precio actual de las acciones es, en consecuencia, débil. Todo ello, se dice, se debe al descenso de la demanda de procesadores para PC. La inflación, las restricciones a la exportación a China y la saturación de la demanda tras el repunte de las oficinas domésticas relacionado con el coronavirus el año pasado también se reflejan en las cifras de ventas de otros proveedores de procesadores como AMD, Nvidia, ARM y Oracle. También hay signos de desaceleración en los usuarios Dell y Lenovo.
Si echamos la vista atrás históricamente, según Bloomberg, la última gran oleada de despidos en Intel fue en 2016, cuando se recortaron 12.000 empleos, el 11% de la plantilla. Desde entonces, solo se han llevado a cabo medidas de recorte interno, como el cese de la producción de chips para teléfonos móviles y drones. Sin embargo, desde principios de año se ha congelado la contratación. Esto contrasta con el reciente anuncio de Gelsinger sobre el éxito de la conversión de la producción al "modelo de fundición interna" bajo el sello de su estrategia IDM2.0, cuya "segunda fase" acaba de comenzar. También se prevén grandes inversiones en nuevas fábricas de obleas en Estados Unidos y Europa. Sabremos más el 27 de octubre.