Expertos en electrónica han descubierto módulos de comunicación desconocidos hasta ahora en inversores solares de origen chino, según informa la agencia de noticias Reuters. También se han encontrado dispositivos con funciones de telefonía móvil en baterías de fabricantes chinos.
Los inversores, que suelen fabricarse en China, son componentes centrales de las plantas solares y los sistemas de energía eólica: Garantizan la conexión entre los productores de energía renovable y la red eléctrica. También se utilizan en sistemas de almacenamiento de baterías, bombas de calor y sistemas de carga para vehículos eléctricos. Estos dispositivos suelen estar equipados con funciones de red para actualizaciones de software o mantenimiento. Sin embargo, son precisamente estas interfaces las que abren puertas potenciales para los ciberataques. Los atacantes o incluso grupos de hackers controlados por el Estado podrían utilizar los canales de comunicación no documentados que se han descubierto ahora para aprovechar las brechas de seguridad con el fin de intervenir en los sistemas de forma selectiva. Los inversores podrían desactivarse o manipularse a distancia.
Posibles consecuencias: se podría poner en peligro la estabilidad de la red, dañar la infraestructura energética y provocar apagones generalizados. En Estados Unidos, las autoridades energéticas competentes han anunciado que volverán a evaluar los riesgos. En Alemania también crece la preocupación, sobre todo por el uso generalizado de inversores chinos.
El gobierno central de Pekín tiene influencia directa en una parte relevante del suministro eléctrico alemán a través de los componentes de los sistemas de energía solar conectados a Internet, según ha admitido la Oficina Federal Alemana de Seguridad de la Información (BSI).
