Al contrario, al revés

Al contrario, al revés

Siempre me ha gustado dar la vuelta a las frases. En el colegio, estaba la novela "La ropa hace al hombre", en la que mi tío hacía abrigos y lo sabía mejor que nadie: la gente hace la ropa. En la universidad, aprendimos que no es la historia la que hace a las personas, sino que son las personas las que hacen la historia. Y cuando el dúo formado por el estadounidense James Watson y el inglés Francis Crick presentó la elegante doble hélice como estructura del material genético, el británico dijo que ellos no habían hecho la doble hélice, sino que la doble hélice había hecho a los dos hombres.

En la novela de Robert Musil "El hombre sin atributos", el protagonista reflexiona sobre la relación entre las personas y la verdad, para llegar a la conclusión de que no son las personas las que persiguen la verdad, sino que, por el contrario, la verdad impulsa a las personas ante ellas. Y cuando se trata de las grandes cuestiones, podemos citar primero la afirmación de Karl Marx de que el ser determina la conciencia y luego darle la vuelta, porque es la conciencia la que determina el ser. El asalto a la Bastilla no se produjo porque la gente tuviera hambre (el ser), sino porque había madurado una idea (la conciencia). Cualquiera que reflexione hoy sobre la condición humana puede llegar a la conclusión de que debe haber límites al crecimiento. Sin embargo, es más probable que los optimistas confíen en la ciencia para gestionar el crecimiento dentro de los límites. Y mientras lo hacen, deberían abstenerse de utilizar el teléfono móvil, pues de lo contrario podrían acabar siendo controlados por él sin ser capaces de controlarlo por sí mismos. Cuando una facultad denegó la habilitación a un famoso filósofo, se pudo leer que no era el académico de la universidad quien fallaba, sino la universidad en él. La disputa se centraba en la cuestión de si la ciencia puede explicar lo misterioso del mundo, pero el solicitante pensaba lo contrario. Por supuesto, hay mucha dialéctica en este juego, por ejemplo porque no sólo un siervo necesita un amo, sino porque alguien sólo puede ser amo si tiene un siervo. Y la gente secularizada sabe ahora que no sólo Dios les crea a ellos, sino que ellos también le crean a él. Pero tienen que tener cuidado: Aunque las personas necesitan a la naturaleza, la naturaleza no las necesita a ellas.

  • Edición: Januar
  • Año: 2020
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