Oumuamua - significa explorador y proviene de una lengua hawaiana. En el ámbito científico, el término Oumuamua circula como denominación de un objeto observado en el cielo volando lejos de la Tierra, que lleva preocupando a los astrónomos desde 2017 porque presenta diversas anomalías.
Su forma, por ejemplo, parece extraña y su órbita parece bastante confusa, lo que hace difícil ver el objeto cósmico volador como un objeto natural que ha llegado desde las profundidades del espacio hasta nuestro vecindario. Lo que falta sobre todo es la nube de hielo que un objeto en movimiento como un cometa arrastra tras de sí. Poco a poco, los astrofísicos se han animado a pensar que el viajero interestelar es una inteligencia extraterrestre que se ha acercado a nosotros y quiere obtener información. Se trata de un Oumuamua. Lo que antes se discutía a puerta cerrada puede leerse ahora de forma punzante y estimulante en el libro Extraterrestre, que habla de los primeros indicios de vida inteligente más allá de la Tierra. El autor Avi Loeb, profesor de la Universidad de Harvard, dirige el Departamento de Astronomía. Así que Loeb no es un cualquiera. Al contrario, es un observador celeste admirado por sus colegas, que no quiere asustar a nadie con su libro y proclamar que la vida inteligente del espacio exterior se prepara para apoderarse de la Tierra. ¿Qué puede haber más excitante para los humanos que encontrarse con seres extraterrestres que, obviamente, son tan curiosos y técnicamente hábiles como nosotros? Por supuesto, Loeb sabe que muchos colegas consideran desequilibrada y prematura su hipótesis de que los humanos registraron la primera señal de los extraterrestres en 2017. Pero no cree que pensar en ello sea el mayor error. Loeb cree que lo más estúpido que se puede hacer en estos momentos es no tomarse lo suficientemente en serio la posibilidad de que se acerque una inteligencia alienígena, y cita ejemplos de ello. En los años 50, por ejemplo, los físicos declararon inútiles todos los esfuerzos para producir luz láser, que ahora se utiliza mucho en operaciones. La ciencia no progresa cuando se mueve por caminos conocidos, sino al contrario, cuando se mantiene abierta a ideas insólitas. De este modo, puede darse contra la pared. Pero también puede abrirse a los extraños. Quizá debamos reflexionar sobre cómo acogerlos.