Los cojinetes y engranajes mecánicos, como los de los vehículos eléctricos y las turbinas eólicas, suelen llevar lubricantes para minimizar la fricción y el desgaste. Sin embargo, estos componentes pueden estar sometidos a tensiones eléctricas que perjudican el funcionamiento de los lubricantes hasta tal punto que se producen daños en los contactos tribológicos.
En el proyecto conjunto "Lube.Life", investigadores del Instituto Fraunhofer de Mecánica de Materiales IWM han desarrollado un laboratorio virtual de lubricantes que puede utilizarse para predecir los efectos de los campos eléctricos en la estabilidad de los lubricantes. Esto permite formular nuevos lubricantes a medida.
Pero también pueden calcular físicamente otros muchos parámetros del lubricante, como su viscosidad, su conductividad térmica y su reactividad química con las superficies. Los futuros campos de aplicación son diversos: además de la supervisión de aerogeneradores, las plantas industriales y de producción, así como las centrales eléctricas, podrían ampliarse con un sistema descentralizado de análisis y previsión de lubricantes capaz de funcionar en tiempo real.