En vista de la guerra de Ucrania, el Gobierno alemán ha formulado el objetivo de reducir la dependencia energética de Alemania más rápidamente de lo previsto inicialmente. En este contexto, el hidrógeno desempeñará un papel indispensable para garantizar el suministro energético de Alemania en el futuro.
La demanda puede cubrirse con creces gracias al hidrógeno a partir de 2030. El requisito previo es un marco político adecuado. Esta es la conclusión de un estudio realizado por Frontier Economics por encargo de la Asociación Técnica y Científica Alemana del Gas y el Agua (DVGW). "El argumento de que el hidrógeno es el champán de la transición energética ha quedado, por tanto, refutado. Con voluntad política y la orientación necesaria, se pueden poner cantidades suficientes a disposición de todos los sectores a través de las redes de distribución alemanas, tanto para la industria como para los más de 20 millones de hogares que actualmente se calientan con gas", declaró el Presidente de la Junta Directiva de la DVGW, Prof. Dr. Gerald Linke. La infraestructura alemana está bien preparada para la transformación y ya se han desarrollado dispositivos finales compatibles con el hidrógeno. Los costes de producción a largo plazo del hidrógeno verde bajarían de los actuales 25-30 céntimos por kWh a 5-7 céntimos en 2045.