La idea básica es almacenar calor en arena o grava para poder utilizarlo más tarde. Tras un proyecto piloto en la pequeña ciudad de Kankaanpää, al oeste de Finlandia, donde la unidad de almacenamiento en arena puede generar 100 kilovatios y almacenar ocho megavatios hora, Polar Night Energy ha entregado ahora una unidad de almacenamiento de calor con una capacidad diez veces superior y un volumen de almacenamiento doce veces mayor al operador de calefacción urbana Loviisan Lämpö.
Loviisan Lämpö suministra calefacción urbana a las localidades de Lappohja, Loviisa, Pornainen, Pukkila, Siltakylä y al centro del pueblo de Pyhtää. El silo tiene una altura de unos 13 metros y un diámetro de unos 15 metros. Está lleno de 2.000 toneladas de grava de esteatita, producida como residuo por un fabricante de estufas. Un soplador de aire caliente calienta la torre de esteatita a cientos de grados centígrados y puede almacenar un total de 100 megavatios hora de energía durante meses.
La electricidad se genera preferiblemente a partir de energías renovables, sobre todo cuando de todos modos hay un excedente de electricidad en la red y el precio de la electricidad es bajo, si no negativo. Por tanto, el silo de arena también proporciona energía de compensación negativa, que ayuda a estabilizar la red eléctrica.
