La conducción automatizada se abre paso poco a poco en la movilidad. Con cada paso de desarrollo hay que procesar cantidades cada vez mayores de datos para que los vehículos puedan reaccionar rápidamente a la situación ambiental dada. Como socio de un proyecto de investigación sobre vehículos mineros autónomos, AT&S está desarrollando un robusto concepto de conexión para un chip informático de alto rendimiento.
En su búsqueda de una aplicación pionera en el campo de la conducción autónoma, los desarrolladores del proyecto de investigación CHARM (Challenging Environments Tolerant Smart Systems for IoT and AI) encontraron lo que buscaban en un sector en el que muchos no pensarían primero: un vehículo minero autónomo. Con este desafiante caso de uso, fue posible garantizar que se dispone de un concepto fiable que también puede utilizarse para todas las demás aplicaciones en el campo de la conducción autónoma.
En el sector minero, las máquinas de conducción autónoma, como los megacamiones, se utilizan a diario y en condiciones ambientales difíciles, como grandes fluctuaciones de temperatura, polvo o humedad. Esto supone grandes exigencias para los componentes utilizados, especialmente los electrónicos. Encontrar soluciones a estos retos es el objetivo del proyecto de investigación CHARM, en el que también participa el fabricante de placas de circuito impreso AT&S. Empresas e institutos de investigación de diez países colaboran en el desarrollo de módulos informáticos de alto rendimiento. Estos módulos se utilizarán en vehículos mineros totalmente autónomos.
La contribución de AT&S consiste en desarrollar un concepto de conexión robusto y resistente para un chip informático de alto rendimiento. En la fase de desarrollo del concepto, se utilizará un chip de medición para probar y validar la estabilidad y fiabilidad del sistema. En una fase posterior, este chip se sustituirá por un procesador de alto rendimiento incrustado en un sustrato, que será el traductor entre las estructuras de la placa de circuito impreso y las nanoestructuras del microchip. Esto permite una gran velocidad de procesamiento de datos con un alto grado de miniaturización. Esto es lo que hace posible que las máquinas mineras realicen tareas complejas de forma autónoma, garantizando al mismo tiempo un alto grado de fiabilidad operativa gracias a su diseño estable.
Aunque los trabajos de desarrollo se centran en la minería, sus resultados también pueden utilizarse para la conducción automatizada de automóviles y camiones. Ya están en marcha las primeras colaboraciones con la industria proveedora de la automoción, que también exige alta fiabilidad y seguridad en distintas condiciones ambientales para las piezas relevantes del sistema.
El proyecto CHARM, de tres años de duración, forma parte de la iniciativa ECSEL (Electronic Components and Systems for European Leadership). Esta asociación público-privada iniciada por la UE pretende impulsar la innovación en componentes y sistemas electrónicos y mejorar la competitividad de Europa en la era de la economía digital.
En el proyecto participan 37 socios de diez países europeos con un presupuesto total de 29 millones de euros. La cofinanciación corre a cargo de ECSEL, Horizonte 2020 de la UE, las agencias nacionales de financiación de los países participantes y los socios del consorcio. Los socios proceden de Alemania, Austria, Bélgica, Finlandia, Italia, Letonia, Países Bajos, Polonia, República Checa y Suiza.