El 2 de diciembre se entregó en Berlín el Premio PAUL a Peter Heynmöller, Hanna Lieding y Tim Mattern (véase p. 1544). ¿Qué opina Paul Goldschmidt, primer ganador de 2020 y parte del jurado actual, del acontecimiento?
¿Cómo ha sido conocer la otra cara del concurso como miembro del jurado?
Muy emocionante. Tener que evaluar varios proyectos de forma neutral y coordinarse con otros miembros del jurado es un trabajo completamente distinto al de presentar un proyecto uno mismo.
¿Cómo se enteró del premio?
Fue a través de la cuenta de Instagram de 'Jugend hackt' en 2019, un programa de promoción de jóvenes talentos tecnológicos. Entonces decidí sumergirme en el desarrollo de PCB, algo que sigo haciendo a día de hoy.
"Los contactos que hice me siguen ayudando hoy en día"
Qué ha supuesto para usted el premio de 2020?
El premio me permitió comprar un pequeño laboratorio de e-tecnología completo con un osciloscopio y una buena estación de soldadura, que utilicé para desarrollar una estación de medición de la calidad del aire de código abierto, por ejemplo. Este proyecto me valió el Premio Alemán al Compromiso Cívico, el galardón que reúne todos los premios al compromiso cívico en Berlín. Los contactos que hice tras ganar el Premio PAUL me siguen ayudando hoy en día; al fin y al cabo, la FED, como asociación organizadora, reúne a mentes y empresas punteras en diseño y fabricación electrónica.
¿Cómo valora la entrega del premio?
Muy bien. El diseño me parece profesional y sólido, y eso es importante. Es cierto que hay margen de mejora en aspectos como la presencia en las redes sociales, pero en general el premio hace excelente justicia a su significado.