Tres preguntas para ... Dr. Malte M. Zimmer

Tres preguntas para ... Dr. Malte M. Zimmer

Dr. Malte M. Zimmer, Jefe de Política Medioambiental y Química de ZVO y Presidente de la Asociación Europea de Superficies CETS; Entrevista: Robert Piterek

Dr. Zimmer, en una reunión celebrada en Bruselas, la industria exigió: "Denos una normativa que podamos cumplir". ¿Qué ha ocurrido exactamente?

La razón de esta exigencia es que, desde la era von der Leyen, se ha producido un auténtico tsunami normativo. Los reglamentos interfieren entre sí, a veces se contradicen y tienen una vida media corta. Si surgen problemas durante su aplicación, se realizan ajustes rápidamente. Las normativas merman la seguridad de planificación de las empresas a la hora de realizar inversiones, ya que por un lado son demasiado amplias, por ejemplo la propuesta de restricción de los PFAS, y por otro intervienen profundamente en los detalles de las solicitudes, como la autorización del trióxido de cromo. Esto conduce a la microgestión. Además, si no se prohíben inmediatamente, se utilizan periodos transitorios que se fijan de forma totalmente arbitraria. Por último, pero no por ello menos importante, está el punto débil del sistema: la burocracia. Innumerables obligaciones de información, innumerables consultas, reuniones en línea, consultas públicas, responsabilidades poco claras, redes interminables de comités. El mero tamaño del aparato burocrático desborda las capacidades de las empresas, especialmente de las PYME.

"El dogma de sustitución de la UE es único en el mundo por su absolutismo"

¿Qué está fallando en detalle?

ParacelsusParacelsusEmpiezapor el hecho de que se ha establecido un enfoque completamente equivocado en la normativa sobre sustancias químicas: el enfoque basado en el peligro. Las sustancias con propiedades peligrosas deben prohibirse y sustituirse. Se trata de un dogma europeo de sustitución único en el mundo. Y lo de único es más bien negativo. Paracelso ya sabía que no es la mera existencia sino la dosis lo que determina el efecto. Además, coexisten normativas como la legislación europea sobre el lugar de trabajo, la autorización y restricción prevista del trióxido de cromo y el proceso paralelo BREF para determinar las mejores tecnologías disponibles. Todas utilizan enfoques diferentes, una enorme cantidad de burocracia y acaban en especificaciones diferentes -incluidos los valores límite- para los mismos usos. Y luego hay que elegir el enfoque del "uso esencial", es decir, alguien decide qué es necesario para la sociedad y, por tanto, para cada individuo. Esto podría convertirse en un asunto muy arbitrario y antidemocrático. Esto último parece aún más amenazador cuando uno se da cuenta de que muchos funcionarios de la UE saben poco o nada sobre la tecnología en cuestión y las condiciones del mercado. También hay que mencionar la principal lengua utilizada en la UE. El inglés parece una buena elección como lengua global. Sin embargo, sólo unos 5 millones de los 450 millones de ciudadanos de la UE son hablantes nativos, lo que significa que los errores y malentendidos son inevitables. Una nota final: la UE está interesada en completar sus datos sobre enfoques reguladores y sus posibles consecuencias, ventajas y desventajas a través de diversas "convocatorias de pruebas" y "consultas públicas". Las pequeñas empresas y los trabajadores de a pie tienen menos oportunidades que las grandes empresas, las autoridades públicas, las ONG ecologistas y los activistas. Así, las distorsiones y las decisiones inadecuadas son inevitables.

¿Qué podemos esperar en 2024?

Sólo la propia UE lo sabe. Las principales cuestiones para la industria serán el BREF y la preparación de la restricción del trióxido de cromo. El procedimiento de autorización seguirá desarrollándose en paralelo. Esto significa que es probable que se vuelvan a solicitar muchas contribuciones. Las elecciones europeas posiblemente cambien muchas cosas, una vez más. Sin embargo, hay una tendencia que se puede escuchar desde la industria en muchas reuniones. Acudir a los tribunales se considera cada vez más un último recurso contra las decisiones de la UE. El ejemplo del dióxido de titanio lo deja tan claro como la sentencia sobre la acrilamida y la anulación de la decisión positiva de autorización del consorcio CTAC por el Tribunal General de la UE. En este último caso, el Parlamento había interpuesto un recurso. En todos los casos, el Tribunal criticó la deficiente calidad científica y la inadecuada interpretación de la situación jurídica.

 

INFO

El Dr. Malte Zimmer (ver foto) en los Surface Days 2023 de Berlín, donde presidió la sesión "Avances normativos en la política medioambiental y química europea y nacional". En el transcurso de la conversación con Galvanotechnik, el Dr. Zimmer reveló que, en lugar del enfoque normativo basado en el peligro mencionado en la entrevista, es partidario de un enfoque basado en el riesgo que priorice los riesgos en lugar de regular preventivamente los peligros, lo que, por ejemplo, reduciría considerablemente la carga burocrática. Los límites de riesgo sustituirían entonces a un planteamiento caso por caso, como ocurre con los límites de salud y seguridad en el trabajo. Para que el análisis de impacto tenga sentido, el Dr. Zimmer confía en que los responsables de la toma de decisiones dispongan de más información que permita comprender mejor las interrelaciones. Sin embargo, según él, los actuales procesos oficiales no favorecen esa acumulación de experiencia.

 

  • Edición: Januar
  • Año: 2020
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