Al contrario: consumir vacas

Al contrario: consumir vacas

Si introduce "Discurso de Albert Einstein en la exposición radiofónica de 1930" en YouTube, verá un vídeo en el que el físico mundialmente famoso inaugura la exposición y saluda al público con un "Honorables presentes y ausentes", que también se recomienda hoy en día. Lo más destacado del discurso, de unos tres minutos de duración, es la admonición de Einstein: "Que se avergüencen todos aquellos que se valen del progreso de la ciencia y la tecnología y no tienen más dominio intelectual de ellas que el que tiene una vaca de la botánica de las plantas".

Si uno no cierra los ojos ante la incomprensión científica que salta a la vista cuando la gente intenta hablar de sostenibilidad o vacunas en público -en tertulias televisivas, por ejemplo-, hay que decir que la mayoría de la gente no es mejor que las vacas consumistas, salvo que no comen plantas sino que miran fijamente sus teléfonos móviles sin mostrar el menor interés por la maravilla tecnológica que tienen entre manos.

Einstein les habría regañado, lo cual puede parecer sorprendente viniendo de un hombre que se considera una persona simpática. Pero, ¡alto! ¿Acaso Einstein no le sacaba la lengua a la gente y no ocurrieron algunas cosas en su vida de forma completamente distinta a lo que la gente dice? Persiste el rumor de que Einstein era mal estudiante. Pero es todo lo contrario. Siempre sacó las mejores notas, salvo que eran de cinco y seis porque estudió en una escuela de gramática en Suiza. ¿Y no cree que Einstein era un pacifista intachable, sólo para pasar por alto deliberadamente el hecho de que fue él quien sugirió al presidente estadounidense que construyera un arma nuclear para lanzarla sobre Alemania?

Hay muchas otras rarezas sobre Einstein que, por supuesto, no rayan el monumento que le ha valido su teoría. Pero cualquiera que se fije bien en el artículo en el que presenta su famosa fórmula E=mc2, por ejemplo, se dará cuenta de que no la deduce, sino que la saca de repente del cilindro como un conejo. Como ya dije, "deberían avergonzarse de sí mismos todos aquellos que se sirven de los avances de la ciencia y la tecnología y no tienen más dominio intelectual de ellos que el que tiene una vaca de la botánica de las plantas". Con Einstein, vale la pena ser algo más que una vaca consumidora y convertirse en una persona pensante.

  • Edición: Januar
  • Año: 2020
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