Al contrario - Einstein en la ventanilla del banco

Al contrario - Einstein en la ventanilla del banco

Cualquiera que saque dinero de un cajero automático se sorprendería si le dijeran que la seguridad de la transacción puede estar garantizada por la teoría especial de la relatividad. Pero, ¿qué tiene que ver la física con el dinero? La teoría de Einstein no tenía ninguna utilidad, ¿y ahora se supone que puede hacer lo contrario, es decir, hacer el mayor favor imaginable a una sociedad preocupada por la seguridad?

De hecho, la ciencia de la criptografía parece poder utilizar la teoría de Einstein para reforzar la seguridad de las máquinas de dinero, aunque para ello haya que reflexionar un poco. En pocas palabras: usted quiere sacar su dinero, pero para ello tiene que introducir un número PIN. ¿Por qué se lo daría a un banco extranjero? ¿No hay forma de que el banco verifique mi identidad sin que yo revele ninguna información secreta?

En realidad, los informáticos llevan tiempo pensando en este tipo de técnicas y han sido capaces de desarrollar lo que en la jerga técnica se conoce como "prueba de conocimiento cero". Es como un truco de magia en el que un mago demuestra lo que es capaz de hacer sin que nadie del público conozca los trucos ni las habilidades implicadas.

La prueba sin conocimiento podría ser así: Cuando los clientes retiran dinero y quieren demostrar su identidad sin revelar secretos privados, deben ponerse en contacto con dos lugares que se activan mediante información biométrica y preguntar algo a los clientes. Ahora hay que asegurarse de que estas dos partes de la máquina dirigidas no puedan intercambiar las respuestas privadas. Entonces es imposible sacar conclusiones sobre las personas que solicitan el pago, aunque su identidad haya sido verificada y puedan retirar el dinero. Aquí es donde entra en juego la teoría de Einstein, porque independientemente de las complicaciones que conlleva sobre el espacio y el tiempo, su premisa es muy sencilla. Nada viaja más rápido que la velocidad de la luz, y aunque los puntos de contacto mencionados estén a sólo un metro de distancia, cualquier comunicación entre ellos tarda algo así como un nanosegundo. Para entonces, puede que la transacción ya se haya completado. No será fácil. Pero el dinero ya está a salvo y su recaudador no ha dejado rastro. Así de útil puede llegar a ser lo aparentemente inútil. Einstein podría hacerse rico.

  • Edición: Januar
  • Año: 2020
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