La política climática y la legislación fiscal

Umweltoptimierte Hallenheizung, Isolationen von Rohrleitungen und Anlagen zur Abwasserreinigung werden im Rahmen des europäischen Green Deal steuerlich gefördert (Foto: stock.adobe.com/nskyr2)

El clima y la protección del medio ambiente, en particular, están cambiando radicalmente las reglas del juego para las empresas. Esto plantea a las empresas de galvanización tanto oportunidades como retos.

Los objetivos climáticos, las condiciones marco fiscales y el Green Deal de la UE están cambiando radicalmente las reglas del juego para las empresas. La galvanización y la tecnología de superficies, en particular, se enfrentan a un cambio profundo. Mientras quelos impuestos sobre el CO2 y el aumento de los precios de la energía están incrementando los costes, por ejemplo, los incentivos fiscales y los programas de subvenciones están abriendo un margen de maniobra. Su utilización estratégica no sólo puede reducir la presión fiscal, sino también garantizar la competitividad a largo plazo.

La política fiscal como palanca de transformación

Hace seis años, la Comisión Europea puso en marcha el "Pacto Verde", un programa de inversiones multimillonarias cuyo objetivo es convertir a Europa en el primer continente neutro para el clima en 2050. ¿El elemento central? El llamado paquete Fit for 55, que incluye una profunda reforma de la Directiva sobre fiscalidad de la energía para lograr un mayor efecto de orientación a favor de las fuentes de energía respetuosas con el clima mediante incentivos fiscales. En lugar de aplicar impuestos sobre la energía basados en el volumen, como hasta ahora -por ejemplo, en función de los litros en el caso de los combustibles-, en el futuro la base para la evaluación será el contenido energético real y la huella ecológica de la fuente de energía respectiva. Esta reorganización forma parte de una amplia reestructuración de los tipos impositivos mínimos a escala europea. La prevista clasificación fiscal de la energía se considera un instrumento central: los productos con un alto potencial de daño climático se gravarán más, mientras que las alternativas de bajas emisiones recibirán una desgravación fiscal. Al mismo tiempo, las ventajas fiscales existentes para los combustibles fósiles se suprimirán en su forma actual.

El clima en el acuerdo de coalición

Las medidas nacionales también avanzan en paralelo a la evolución europea. En materia de transformación, Alemania se ha inclinado hasta ahora por un enfoque combinado de medidas reglamentarias e incentivos a la inversión. Con vistas al actual acuerdo de coalición, la CDU, la CSU y el SPD han optado por la continuidad con un sentido de la proporción: el objetivo declarado sigue siendo la neutralidad climática para 2045, aunque los instrumentos políticos deban ajustarse más a las realidades económicas, la flexibilidad y la apertura a la tecnología. Por ejemplo, la coalición Negro-Rojo quiere acelerar la expansión de la energía fotovoltaica y eólica, pero centrándose más en la integración de sistemas y la eficiencia económica. En vista del rápido aumento de los sistemas fotovoltaicos, la carga de las redes eléctricas es cada vez mayor, por lo que las inversiones en infraestructuras de red -cuyo coste se estima en más de 500.000 millones de euros- deben examinarse con más detenimiento.

gt 2025 05 0341Para estabilizar la red, el futuro Gobierno apuesta por nuevas centrales eléctricas de gas que también puedan funcionar con hidrógeno, aunque hasta la fecha no haya calendarios concretos para su conversión. La CDU/CSU ha conseguido que la captura decarbono se considere también una opción tecnológica junto al hidrógeno, una estrategia que amplía las posibilidades de inversión en reducción de emisiones, pero que también suscita críticas de las organizaciones ecologistas.

Para los sectores de alto consumo energético -como el metalúrgico, el químico o el cementero- se mantendrán los acuerdos de protección del clima ya existentes. Esto permite a las empresas asegurarse inversiones en procesos de bajas emisiones con ayudas estatales.

El Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE) y losprecios nacionalesdel carbono siguen siendo los instrumentos centrales de control: las empresas y los consumidores pagan 55 euros por tonelada desde enero de 2025. Este enfoque debe intensificarse aún más para garantizar una vía de transformación impulsada por el mercado a largo plazo.

Retos prácticos

Esto abre nuevas posibilidades para las empresas galvánicas, por ejemplo, a la hora de invertir en procesoscon bajas emisiones de CO2, utilizar energías renovables o a través de programas de financiación gubernamentales. Al mismo tiempo, la reorganización requiere un ojo vigilante a nivel de implementación, ya que las empresas de este sector se ven especialmente afectadas por los objetivos climáticos debido a sus elevadas necesidades energéticas y de recursos. Los mayores retos aquí son la calefacción de los cuartos de baño, el accionamiento de las bombas y la ventilación de las grandes naves. Representan hasta el 60% de los costes de proceso y a menudo siguen dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles. Al mismo tiempo, la industria se ve presionada para reducir su consumo de agua y la carga que soportan las plantas de tratamiento de aguas residuales. El agua de baño y de enjuague que se produce a diario debe someterse a un pretratamiento muy costoso para no infringir los valores límite. A pesar de los modernos sistemas de filtrado y separación, siguen escapando al medio ambiente trazas de cromo, níquel o cianuros, lo que puede ocasionar elevados costes de eliminación, además de emisiones contaminantes directas. Las tuberías insuficientemente aisladas y los anticuados sistemas de extracción de aire también agravan la pérdida de energía y reducen la eficiencia de los sistemas existentes. Además, objetivos como el Mecanismo de Ajuste de las Emisiones de Carbono en la Frontera (CBAM) se centran en la "energía gris" de los productos semiacabados importados y, en caso de incumplimiento delos límites de CO2, conllevan no sólo desventajas de precio, sino también riesgos penales y de responsabilidad civil. Estos y otros requisitos hacen que sea esencial que las empresas incorporen constantemente conceptos de modernización técnica, reciclaje de agua y aguas residuales y energías renovables en su planificación fiscal y de inversiones para seguir siendo competitivas y respetuosas con el clima a largo plazo.

Desgravaciones fiscales mediante amortizaciones especiales

Para amortiguar los costes adicionales, el Estado ofrece toda una serie de instrumentos de desgravación fiscal y subvenciones. Uno de ellos, de eficacia probada, son las amortizaciones extraordinarias previstas en el apartado 5 del artículo 7g de la Ley alemana del Impuesto sobre la Renta (EStG). Entre otras cosas, las pequeñas y medianas empresas (PYME) pueden amortizar fiscalmente con mayor rapidez las inversiones en tecnologías respetuosas con el clima: hasta el 40% de los costes de adquisición, además de la amortización lineal o decreciente habitual, en un plazo de cinco años. Requisitos previos: El activo debe ser móvil y servir de forma demostrable como activo empresarial, utilizarse predominantemente con fines empresariales y el beneficio de la empresa no debe superar los 200.000 euros anuales. Esta normativa es especialmente relevante para las empresas galvánicas que invierten en modernos sistemas de filtrado, aprovechamiento del calor residual, optimización del calor de proceso o tecnologías de propulsión de bajas emisiones. Los vehículos de transporte eléctricos y las infraestructuras de recarga también pueden entrar en este ámbito, siempre que sean móviles y estén al servicio del proceso de producción.

Deducción por inversión: ventajas fiscales antes de la inversión

Incluso antes de realizar una inversión, las PYME pueden reclamar hasta el 50 por ciento de los costes de adquisición previstos a efectos fiscales a través del denominado importe de deducción por inversión (IAB) en el sentido de la Sección 7g (1) EStG - limitado a un total de 200.000 euros. No obstante, debe respetarse el plazo de inversión de tres años. Esto proporciona seguridad de planificación y ventajas de liquidez. No obstante, los beneficios de la empresa no pueden superar los 200.000 euros anuales y deben calcularse de conformidad con el artículo 4 (3) o el artículo 5 de la Ley alemana del impuesto sobre la renta (EStG). Por lo tanto, este instrumento también se dirige principalmente a las empresas galvánicas de menor tamaño, como los recubridores especializados por contrato o los proveedores de tecnología médica o microelectrónica.

Amortización regresiva de los bienes muebles

Además, la EStG vuelve a permitir actualmente el método de amortización degresiva para los activos fijos mobiliarios. Esto permite reclamar importes de amortización más elevados en los primeros años tras la adquisición, lo que supone una clara ventaja a la hora de estructurar fiscalmente inversiones de mayor envergadura. Especialmente en tiempos de altos costes energéticos y estrictas normativas medioambientales, las empresas galvánicas pueden reducir así su carga fiscal de forma selectiva, por ejemplo al adquirir nuevos sistemas galvánicos, intercambiadores de calor o sistemas de control de procesos energéticamente eficientes.

Subvenciones para la eficiencia energética y la sostenibilidad

Además de las desgravaciones fiscales, el Gobierno federal y los gobiernos de los estados federados también ofrecen amplios programas de financiación. Por ejemplo, la BAFA promueve medidas como la optimización del aire comprimido, la recuperación de calor o la conversión a calor de proceso alimentado eléctricamente como parte del programa "Eficiencia energética y de recursos en la industria". Se pueden conceder subvenciones de entre el 20% y el 40% de los costes de inversión subvencionables. El programa del KfW "Eficiencia energética en la producción" también apoya las inversiones en tecnología de instalaciones modernas con préstamos a bajo interés. Quienes planeen proyectos de mayor envergadura -como la introducción de la tecnología del hidrógeno- también pueden recurrir a instrumentos de financiación europeos como Horizonte Europa, LIFE o las ofertas de préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI). El requisito previo suele ser un concepto detallado dereducción de las emisiones de CO2 o una estrategia empresarial que cumpla las normas ESG.

La planificación estratégica lo es todo

En la práctica, las empresas que quieren acogerse a subvenciones e incentivos fiscales deben planificarlos con mucha antelación. Y no sólo porque haya que presentar las solicitudes antes de que comience la medida. Un concepto de inversión bien elaborado con cifras fiables, por ejemplo sobre el ahorro de CO₂, constituye la base, al igual que una estrecha coordinación con el asesor fiscal. Un enfoque estratégico es económicamente aconsejable, especialmente para las pequeñas y medianas empresas del sector de la galvanoplastia y la tecnología de superficies. Esto se debe a que el aumento de los costes de la energía, las emisiones y las verificaciones reglamentarias a menudo solo puede compensarse con aumentos de la eficiencia y subvenciones. Sin embargo, quienes asuman activamente este reto se asegurarán no sólo ventajas fiscales, sino también una posición como socio sostenible en una cadena de valor cada vez más concienciada con el clima.

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  • Edición: Januar
  • Año: 2020
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